Juan Carlos Sáez no piensa en dejar el tenis. Pese a un 2013 para el olvido y a la falta de dinero, el tenista chileno, de 22 años, cree que aún está a tiempo para continuar en el circuito ATP, y para que los sueños que fue construyendo desde una casa en la comuna de La Florida todavía se puedan cumplir.
Rebobinemos. La raqueta nacional terminó la temporada 2012 como el quinto mejor jugador de Chile. La promesa de 20 años llegó de improviso para culminar con siete finales profesionales disputadas y dos títulos, además de la carrera ADO que le permitió ganar 15 mil dólares.
Así, Sáez esperaba dar el gran salto pero tropezó. "El año pasado hice muy mal las cosas partiendo por el calendario", explica el santiaguino a Emol, quien agrega que "me fui a Europa en la época más difícil, una semana antes de Roland Garros".
Fue entonces donde comenzaría un bajón que no sólo le hizo perder puntos, sino que también dinero y confianza. Al terminar el 2013 la progresión de Sáez se había estancado. Atrás quedaban las giras, los logros y las promesas. El futuro era otro, uno lleno de incertidumbres.
Ayuda de Leonardo Farkas
En el inicio de 2014, el capitalino decidió partir desde cero y contrató a Horacio de la Peña como técnico. "Quería hacer un cambio en mí, quería otro tipo de entrenamiento, necesitaba estar aislado, estar solo con un entrenador. Quiero que este sea mi año", señala, Sáez.
Sin embargo, había otro problema: La falta de recursos para seguir. Sáez no pudo comenzar a viajar como el resto, ni seguir el calendario que le habría gustado. "Nunca he tenido el apoyo de empresas privadas, siempre he salido adelante con la ayuda de mis padres. Los últimos dos años he viajado gracias a la carrera ADO que me gané, pero este año sólo tengo 5 mil dólares", revela.
Entonces el nacional debió recluirse, entrenar en el Estadio Sirio, acompañar al equipo de Copa Davis y disputar las clasificaciones del ATP de Viña del Mar, su único partido oficial en el año, el cual además perdió. Paralelamente, armó un currículo para lograr financiamiento e incluso le pidió ayuda a Leonardo Farkas.
"Soy 400 del ATP, estoy sin apoyo, y necesito dos millones para viajar con entrenador a Colombia" le escribió el tenista al empresario, quien asegura que "nunca había pensado antes en hacerlo, ni se me había ocurrido pero me dieron la idea y lo hice".
El chileno tiene claro que su caso está lejos de ser el único, "acá te apoyan cuando te va bien, y cuando más se necesita ayuda es cuando te vas formando, no cuando saliste campeón. Además todas las miradas están en (Christian) Garín, que es lo mejor que tiene Chile en estos momentos, pero a parte de él, hay muchos jugadores de buen nivel, entonces en vez de fijarse en uno podrían hacerlo en cuatro o cinco, porque cuando no esté Garín qué van a hacer", apunta.
La decisión entre el fútbol y el tenis
Mientras el nacional se recupera de su lesión en la muñeca que surgió tres días antes de su debut en la qualy del ATP de Viña, Sáez se da el tiempo para recordar. "Desde pequeño, toda mi familia jugaba, comencé en el Club de Contraloría en la Florida. Yo lo único que veía durante el fin de semana era tenis".
Pese a ello no fue fácil decidirse a ser profesional. "Cuando era chico me hicieron elegir entre fútbol y tenis, y yo escogí tenis. Me probé en las inferiores de Colo Colo pero no me gustó. Mis ídolos eran Marcelo Ríos y Patrick Rafter", cuenta.
Hoy, entre las sesiones de kinesiología y físico, el joven tenista se da el tiempo para seguir soñando. "Quiero llegar estar Top 80. Quiero Jugar Roland Garros. Quiero Jugar el ATP de Viña. Quiero jugar con Roger Federer....". Desde una cancha de tenis en el Estadio Sirio, Sáez no piensa rendirse tan fácil.
Fuente: Diario El Mercurio
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